psicología10 Estrategias para mejorar la autoestima de tus hijos
10 Estrategias para mejorar la autoestima de tus hijos
Resumen
Si tienes dudas de como mejorar la autoestima de tus hijos, ¡ya puedes anotarte las 10 estrategias que detallamos a continuación!
Antes de empezar…
En el artículo anterior sobre: Problemas de autoestima. Signos de alerta. Ya hablamos sobre lo que es la autoestima, y lo que no es. También hablamos sobre la necesidad de fomentar el autoconocimiento.
Si todavía no lo has leído, te animo a echarle un vistazo para poder determinar si realmente necesitas incrementar la autoestima de tus hijos, o sí estás utilizando estrategias contraproducentes.
Ahora que ya has hecho un recordatorio, vamos a descubrir 10 estrategias para fomentar la autoestima de tus hijos:
1. Sé su modelo.
Es importante ajustar nuestra autopercepción a la realidad. Si nos mostramos pesimistas sobre nosotros mismos, enseñamos a nuestros hijos a ponerse limitaciones, y si nos mostramos excesivamente positivos, los llevamos hacia un camino inabarcable.
Nuestros hijos son nuestro reflejo, y si queremos que tengan una óptima autoestima, primero debemos trabajar en la nuestra.
2. Acéptalo tal y como es.
El primer paso para tener una buena autoestima es reconocer que no existe la perfección.
En el momento en que como padres validamos sus virtudes y defectos, y trabajamos para que puedan mejorar aquellos aspectos que no les gustan, les enseñamos a conocerse ya tolerar la frustración ante aspectos idílicos. A bajar expectativas que quizás nunca serán asumibles.
3. Enfádate con lo que ha hecho, no con él como persona.
No le digas cosas como“mira que eres pesado”cuando insiste mucho porque quiere algo, o porque quiere pasar tiempo contigo… Acaba asumiendo que realmente “ser pesado” es una característica suya, ya la larga puede acabar por no pedir ayuda cuando la necesita, o relacionarse poco con las personas por no molestar, etc. En este sentido, lo que podríamos hacer sería decirle “se me hace muy pesado que me repitas todo el rato lo mismo. Hoy te he dicho que no, mañana veremos”. Aquí lo que le damos a entender es que “ser pesado” no forma parte de su personalidad, sino de las circunstancias del momento. Por tanto, su autoestima no tendría por qué verse afectada.
4. Valida lo que siente.
Es importante que le muestres que lo que él siente y cómo lo siente es tan importante como lo que siente cualquier otra persona. Aunque quizás no entendamos por qué se siente así o nos parezca una exageración. Ahora bien, a pesar de validarlo, también es importante ayudarle a gestionarlo. Es decir, no nos quedamos con “vaya, estás triste porque quieres este coche y no lo tienes”. Vamos más allá;“¿qué te parece que hacemos?, cogemos un cartón y construimos uno?, ¿le pedimos a María que nos deje uno? ¿Cogemos otro juguete?”. Para promover la autoestima de nuestros hijos, también es importante brindarles soluciones.
5. No lo etiquetes.
Este punto va íntimamente relacionado con la estrategia número 3. Muchas veces, tendemos a poner etiquetas a las personas que acaban creando creencias limitantes; “si me dicen que no puedo utilizar el cuchillo porque me cortaré, no lo utilizaré porque he aprendido que es así”.
6. No lo sobrevalores.
Hacerle creer que es el mejor, el más guapo, el más simpático, el más listo, etc. EL MÁS en sí, es condenarle a tener una pésima autoestima. Por una parte, puede pensar que es el mejor y, por tanto, merecedor de todo, con los consiguientes problemas sociales que esto puede comportar; a) que el resto vea que no es lo mejor y se cansen de esta actitud, y, por tanto, genere rechazo, b) que esté siempre en búsqueda y captura de ese “más y mejor” inasumible. Generándole presión, estrés, malestar, etc.
7. No lo compares.
Decirle que “Fulanito saca mejores notas” (comparación negativa) o que “es más listo que Menganito” (comparación positiva) le hace estar en un nivel de exigencia constante para querer asumir las expectativas que versan sobre él. Esto es un error porque querer cumplir expectativas es adictivo. Nos gusta que nos digan palabras bonitas, y lucharemos por conseguirlas aunque nos vaya la salud en ello.
Debemos asumir, también, que todas las personas tenemos exigencias distintas. A veces incluso completamente opuestas, por lo que nunca podrá asumirlas, y le generará problemas emocionales.
8. Estimula su autonomía.
Esto ya lo hemos comentado en el punto número 4. Para cualquier ser humano es importante ver que es capaz de hacer cosas y resolverlas por sí mismo. Acompañémoslo en este proceso. Si cada vez siente que puede hacer más cosas, y hacerlas mejor, le va a generar felicidad. A la vez que va obteniendo autoconocimientos sobre él, tan importantes para el desarrollo de una óptima autoestima.
9. Ponle límites.
TODOS necesitamos límites y normas. Nos sirven como guía para poder encaminarnos hacia dónde queremos. La falta de límites es caos, y frente al caos no podemos encontrar una mente estable.
10. Crea un ambiente seguro y cálido.
En el que pueda explicar cómo se siente, pedir apoyo, compartir, etc.
Un ambiente seguro, pero no sobreprotegido, es el cemento para construir su autoestima.
CONCLUSIONES:
Sé su modelo.
Acéptalo tal y como es; no lo critiques, ni lo compares, ni le etiquetes, ni le sobrevalores.
10 Estrategias para mejorar la autoestima de tus hijos
Resumen
Si tienes dudas de como mejorar la autoestima de tus hijos, ¡ya puedes anotarte las 10 estrategias que detallamos a continuación!
Antes de empezar…
En el artículo anterior sobre: Problemas de autoestima. Signos de alerta. Ya hablamos sobre lo que es la autoestima, y lo que no es. También hablamos sobre la necesidad de fomentar el autoconocimiento.
Si todavía no lo has leído, te animo a echarle un vistazo para poder determinar si realmente necesitas incrementar la autoestima de tus hijos, o sí estás utilizando estrategias contraproducentes.
Ahora que ya has hecho un recordatorio, vamos a descubrir 10 estrategias para fomentar la autoestima de tus hijos:
1. Sé su modelo.
Es importante ajustar nuestra autopercepción a la realidad. Si nos mostramos pesimistas sobre nosotros mismos, enseñamos a nuestros hijos a ponerse limitaciones, y si nos mostramos excesivamente positivos, los llevamos hacia un camino inabarcable.
Nuestros hijos son nuestro reflejo, y si queremos que tengan una óptima autoestima, primero debemos trabajar en la nuestra.
2. Acéptalo tal y como es.
El primer paso para tener una buena autoestima es reconocer que no existe la perfección.
En el momento en que como padres validamos sus virtudes y defectos, y trabajamos para que puedan mejorar aquellos aspectos que no les gustan, les enseñamos a conocerse ya tolerar la frustración ante aspectos idílicos. A bajar expectativas que quizás nunca serán asumibles.
3. Enfádate con lo que ha hecho, no con él como persona.
No le digas cosas como“mira que eres pesado”cuando insiste mucho porque quiere algo, o porque quiere pasar tiempo contigo… Acaba asumiendo que realmente “ser pesado” es una característica suya, ya la larga puede acabar por no pedir ayuda cuando la necesita, o relacionarse poco con las personas por no molestar, etc. En este sentido, lo que podríamos hacer sería decirle “se me hace muy pesado que me repitas todo el rato lo mismo. Hoy te he dicho que no, mañana veremos”. Aquí lo que le damos a entender es que “ser pesado” no forma parte de su personalidad, sino de las circunstancias del momento. Por tanto, su autoestima no tendría por qué verse afectada.
4. Valida lo que siente.
Es importante que le muestres que lo que él siente y cómo lo siente es tan importante como lo que siente cualquier otra persona. Aunque quizás no entendamos por qué se siente así o nos parezca una exageración. Ahora bien, a pesar de validarlo, también es importante ayudarle a gestionarlo. Es decir, no nos quedamos con “vaya, estás triste porque quieres este coche y no lo tienes”. Vamos más allá;“¿qué te parece que hacemos?, cogemos un cartón y construimos uno?, ¿le pedimos a María que nos deje uno? ¿Cogemos otro juguete?”. Para promover la autoestima de nuestros hijos, también es importante brindarles soluciones.
5. No lo etiquetes.
Este punto va íntimamente relacionado con la estrategia número 3. Muchas veces, tendemos a poner etiquetas a las personas que acaban creando creencias limitantes; “si me dicen que no puedo utilizar el cuchillo porque me cortaré, no lo utilizaré porque he aprendido que es así”.
6. No lo sobrevalores.
Hacerle creer que es el mejor, el más guapo, el más simpático, el más listo, etc. EL MÁS en sí, es condenarle a tener una pésima autoestima. Por una parte, puede pensar que es el mejor y, por tanto, merecedor de todo, con los consiguientes problemas sociales que esto puede comportar; a) que el resto vea que no es lo mejor y se cansen de esta actitud, y, por tanto, genere rechazo, b) que esté siempre en búsqueda y captura de ese “más y mejor” inasumible. Generándole presión, estrés, malestar, etc.
7. No lo compares.
Decirle que “Fulanito saca mejores notas” (comparación negativa) o que “es más listo que Menganito” (comparación positiva) le hace estar en un nivel de exigencia constante para querer asumir las expectativas que versan sobre él. Esto es un error porque querer cumplir expectativas es adictivo. Nos gusta que nos digan palabras bonitas, y lucharemos por conseguirlas aunque nos vaya la salud en ello.
Debemos asumir, también, que todas las personas tenemos exigencias distintas. A veces incluso completamente opuestas, por lo que nunca podrá asumirlas, y le generará problemas emocionales.
8. Estimula su autonomía.
Esto ya lo hemos comentado en el punto número 4. Para cualquier ser humano es importante ver que es capaz de hacer cosas y resolverlas por sí mismo. Acompañémoslo en este proceso. Si cada vez siente que puede hacer más cosas, y hacerlas mejor, le va a generar felicidad. A la vez que va obteniendo autoconocimientos sobre él, tan importantes para el desarrollo de una óptima autoestima.
9. Ponle límites.
TODOS necesitamos límites y normas. Nos sirven como guía para poder encaminarnos hacia dónde queremos. La falta de límites es caos, y frente al caos no podemos encontrar una mente estable.
10. Crea un ambiente seguro y cálido.
En el que pueda explicar cómo se siente, pedir apoyo, compartir, etc.
Un ambiente seguro, pero no sobreprotegido, es el cemento para construir su autoestima.
CONCLUSIONES:
Espero que todas estas estrategias te sean muy útiles. Y no dudes en ponerte en contacto si necesitas que te guiemos en este proceso.
¡Lo estás haciendo muy bien! 🙂
Natalia Sellarés Berengué
Psicóloga General Sanitaria Infantil y Juvenil Colegiada 26739
Créditos de la imagen: PeopleImages (Jacob Wakerhausen).